La Escala de ansiedad de autoevaluación de SAS es un estándar para la evaluación de la ansiedad. Es una escala psicológica que se utiliza para medir la gravedad de la ansiedad y sus cambios durante el tratamiento. Puede ayudar a los consejeros psicológicos, psiquiatras y psiquiatras a evaluar la gravedad de la ansiedad individual y los cambios durante el tratamiento. Puede usarse para evaluar la efectividad durante el tratamiento, pero no debe usarse para diagnosticar enfermedades mentales.
El nombre completo en inglés de SAS es Self-Rating Anxiety Scale, que fue compilado por William WK Zung. Esta escala se ha convertido en una de las herramientas de medición psicológica más utilizadas por consejeros psicológicos, psicólogos y psiquiatras.
En la impredecible sociedad moderna de hoy, que está llena de oportunidades y desafíos, las personas a menudo enfrentan diversas presiones y desafíos. Algunas personas pueden adaptarse a esta presión, mientras que otras pueden sentirse ansiosas e incómodas.
En un entorno así, parece difícil para las personas mantener una actitud tranquila y de mente abierta. Muchas personas anhelan tener y mantener un estado mental de paz, pero a menudo la ansiedad los rodea.
La ansiedad es una experiencia emocional común que a menudo se describe como un sentimiento de nerviosismo, inquietud y preocupación. Es una respuesta fisiológica y psicológica natural que ocurre en respuesta a amenazas, desafíos o estrés. En un nivel moderado, la ansiedad puede hacer que las personas se mantengan alerta y respondan de manera efectiva, pero cuando la ansiedad excede un cierto nivel y dura mucho tiempo, puede tener un impacto negativo en la vida diaria, el trabajo y las relaciones interpersonales de un individuo.
La ansiedad suele implicar respuestas tanto psicológicas como fisiológicas. Psicológicamente, la ansiedad se manifiesta como sentimientos intensos de inquietud, preocupación y miedo. Las personas pueden sentirse incapaces de controlar sus pensamientos y tener expectativas y preocupaciones negativas persistentes. Es posible que estén demasiado preocupados por los riesgos y amenazas potenciales y se preocupen excesivamente por los asuntos cotidianos. Fisiológicamente, la ansiedad puede provocar reacciones físicas como taquicardia, respiración rápida, tensión muscular y sudoración. Algunas personas también pueden experimentar molestias físicas como indigestión, insomnio y dolores de cabeza.
Los trastornos de ansiedad son una clase común de trastornos psicológicos, que incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo. Estos trastornos pueden tener un impacto negativo significativo en la vida diaria de los pacientes. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada a menudo se preocupan por una variedad de cosas, incluido el trabajo, la salud, las relaciones, etc., y estas preocupaciones exceden los niveles normales. Las personas con trastorno de ansiedad social se sienten extremadamente incómodas en situaciones sociales y temen ser juzgadas, rechazadas o avergonzadas por los demás. Las personas con trastorno de pánico experimentan ataques de pánico repetidos, acompañados de síntomas como palpitaciones, dificultad para respirar y opresión en el pecho. Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo a menudo tienen pensamientos y comportamientos obsesivos fuertes, y repetidamente realizan ciertos comportamientos rituales para reducir la ansiedad.
La ansiedad es el resultado de una combinación de factores, incluidos factores genéticos, ambientales y psicológicos. Los estudios genéticos han demostrado que existe una cierta predisposición genética a la ansiedad, con una mayor prevalencia de trastornos de ansiedad entre familiares, lo que sugiere que los factores genéticos desempeñan un papel en el desarrollo de la ansiedad. Los factores ambientales también son importantes en el desarrollo de la ansiedad. Las experiencias traumáticas en la infancia, la inestabilidad en el entorno familiar, la presión social y el impacto negativo de los acontecimientos de la vida pueden aumentar el riesgo de ansiedad.
Los factores psicológicos también juegan un papel importante en el desarrollo de la ansiedad. Los estilos cognitivos y patrones de pensamiento individuales pueden contribuir a una mayor ansiedad. La autoevaluación negativa, la excesiva autoexigencia y la excesiva concentración en posibles amenazas están relacionadas con la ansiedad. El estilo de afrontamiento de un individuo también puede influir en el nivel de ansiedad. La preocupación excesiva y la evitación de desafíos y estrés pueden aumentar el desarrollo de ansiedad.
¿Sabes si estás ansioso? ¿Te sientes ansioso a menudo? ¿Qué síntomas indican que estás en un estado de ansiedad? Esta prueba de salud mental puede ayudarte a desentrañar la confusión en tu mente. Tenga en cuenta que esta escala de autoinforme no pretende utilizarse como herramienta de diagnóstico, sino que sirve únicamente como referencia. Si tiene algún problema de salud o psicológico, se recomienda que busque el consejo de un médico profesional o un profesional de la salud mental.
¿Estás listo? ¡Empecemos!
Nota: Hay 20 preguntas en esta prueba. Lea cada pregunta detenidamente, comprenda el significado y elija según sus sentimientos reales de la semana pasada.