Enciclopedia de personalidad MBTI: INTJ - Personalidad del arquitecto

Enciclopedia de personalidad MBTI: INTJ - Personalidad del arquitecto

La personalidad del arquitecto (INTJ, Architect Personality) es un tipo de personalidad entre las 16 personalidades. Entre ellos, ‘I’ representa introversión, ‘N’ representa intuición, ‘T’ representa razón y ‘J’ representa independencia.

La personalidad de Arquitecto es uno de los tipos de personalidad más estratégicos, lo que les dificulta encontrar personas con ideas afines que puedan igualar su extraordinaria inteligencia y su pensamiento cuidadoso.

Las personas con el tipo de personalidad Arquitecto son imaginativas pero decididas, ambiciosas pero reservadas, curiosas pero nunca derrochadoras de energía.

Rasgos de personalidad

La actitud correcta puede lograr cualquier objetivo.

Nacen con una sed de conocimiento, que se manifiesta temprano en sus vidas, y cuando son niños a menudo se les llama ratones de biblioteca. Aunque sus compañeros tomen esto como un insulto, pueden sentir que es correcto e incluso estar orgullosos de ello y disfrutar de su amplia base de conocimientos. Les gusta compartir conocimientos y tienen confianza en sus áreas de especialización, pero prefieren diseñar y ejecutar planes perfectos en sus respectivos campos en lugar de expresar opiniones sobre temas aburridos como los chismes.

A mucha gente le parece una paradoja, pero desde un punto de vista puramente racional, la vida de los ‘arquitectos’ puede tener contradicciones obvias pero tener sentido. Por ejemplo, ambos son idealistas soñadores y cínicos cáusticos, un conflicto aparentemente incompatible. Esto se debe a que los ‘arquitectos’ creen que con trabajo duro, sabiduría y pensamiento no hay nada imposible. Al mismo tiempo, sienten que las personas son demasiado vagas, miopes y egoístas para lograr grandes cosas. Pero su cinismo no les impide perseguir sus objetivos.

En cuanto a los principios, nunca flaquees.

Los ‘arquitectos’ exudan un aura de confianza y misterio. Sus profundas observaciones, ideas originales y su poderosa lógica les permiten utilizar pura fuerza de voluntad y personalidad para promover el cambio. A veces parece como si los ‘arquitectos’ quisieran desmantelar y reconstruir cada idea y sistema, disfrutando del perfeccionismo e incluso de la ética que acompañan al proceso. Cualquiera que no pueda seguir el progreso del Arquitecto, o que ni siquiera pueda ver el punto, probablemente perderá su respeto de inmediato y para siempre.

No se trata de un movimiento impulsivo; de hecho, por muy atractivo que sea el objetivo final, los ‘arquitectos’ intentarán permanecer racionales. Cada idea, ya sea propia o de otra persona, está sujeta a la pregunta ‘¿Es esto factible?’ Este mecanismo funciona todo el tiempo, para todos y para todo, pero a menudo mete en problemas a las personas con el tipo de personalidad Arquitecto.

Las personas pueden pensar más cuando están solas

Los ‘arquitectos’ son inteligentes y confiados en las áreas que han dedicado tiempo a estudiar y, lamentablemente, los tratados sociales no son una de ellas. Las mentiras piadosas y las conversaciones triviales son bastante difíciles para los tipos de personalidad que anhelan la verdad y la profundidad, pero los ‘Arquitectos’ pueden haber llegado al punto en que ven las convenciones sociales como una absoluta estupidez. Irónicamente, lo mejor para ellos es quedarse donde se sienten cómodos, lejos del centro de atención. La confianza que muestran los ‘arquitectos’ al realizar un trabajo familiar puede atraer fácilmente a personas de temperamento e intereses similares, ya sea que estén enamorados o enamorados. De otras maneras.

Consideran el proceso de la vida como un gran juego de ajedrez, y cada paso encarna pensamiento y sabiduría. Siempre están evaluando contramedidas, tácticas y planes de respaldo para asegurarse de estar un paso por delante de sus oponentes para mantener el control de la situación. y obtener la máxima libertad. Eso no quiere decir que los arquitectos pisoteen la conciencia, pero para muchos otros tipos de personalidad, el desdén de los arquitectos por las emociones puede hacerlos parecer amorales, lo que explica por qué muchos villanos ficticios (y héroes incomprendidos) se basan en este tipo de personalidad.

Representantes

  • Friedrich Wilhelm Nietzsche, filósofo, filólogo, crítico cultural, poeta, compositor y pensador alemán.
  • Michelle LaVaughn Obama, activista y abogada estadounidense.
  • Elon Musk, director ejecutivo de una empresa estadounidense de energía y vehículos eléctricos, ingeniero, filántropo y académico de la Academia Estadounidense de Ingeniería.
  • Christopher Nolan, director, guionista y productor británico.
  • Vladimir Vladimirovich Putin, Presidente de Rusia.
  • Colin Luther Powell, General de los Estados Unidos, 65° Secretario de Estado de los Estados Unidos.
  • Arnold Schwarzenegger, culturista, levantador de pesas, actor, director, productor, político.
  • Embajadora Samantha Power, ex Representante Permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
  • Walter White, escritor y activista de derechos civiles estadounidense.
  • Petyr Baelish, personaje de la novela de fantasía ‘Canción de hielo y fuego’ y sus obras derivadas.
    -Tywin Lannister, personaje de la novela de fantasía “Canción de hielo y fuego” y sus obras derivadas.
  • Yennefer de Vengerberg, personaje principal de la serie de novelas y juegos ‘Witcher’.
  • Gandalf el Gris, personaje principal de las novelas de fantasía ‘El Silmarillion’, ‘El Hobbit’ y ‘El Señor de los Anillos’.
  • James Moriarty (Profesor Moriarty), personaje ficticio de la serie Sherlock Holmes.
  • Katniss Everdeen, personaje de la novela “Los juegos del hambre” y sus spin-offs.
  • Siete de Nueve, personaje de la producción cinematográfica y televisiva “Star Trek: Voyager”.
  • Jay Gatsby, personaje de la novela “El gran Gatsby” y sus spin-offs.

ventaja

  • Racionalidad - Los arquitectos se enorgullecen de su forma de pensar. Para ellos, casi cualquier situación puede ser una oportunidad para ampliar sus conocimientos y perfeccionar sus habilidades de pensamiento racional. Gracias a esta mentalidad, pueden idear soluciones creativas incluso para los problemas más difíciles.
  • Informado: pocos tipos de personalidad están tan comprometidos a formar opiniones racionales y basadas en evidencia como el arquitecto. En lugar de basar sus conclusiones en la intuición o en suposiciones a medias, basan sus conclusiones en la investigación y el análisis. Esto les da la confianza suficiente para defender sus ideas, incluso ante desacuerdos.
  • Independiente – Para estos tipos de personalidad, la conformidad es más o menos sinónimo de mediocridad. Los arquitectos creativos y motivados se esfuerzan por hacer las cosas a su manera. No pueden imaginar nada más frustrante que dejar que las reglas o las rutinas les impidan tener éxito.
  • Determinado: la personalidad de un arquitecto es ambiciosa y orientada a objetivos. Siempre que una idea o una búsqueda despierta su imaginación, los arquitectos trabajan para dominar el tema y adquirir habilidades relevantes. Suelen tener visiones claras de lo que significa el éxito y poco puede impedirles convertir esas visiones en realidad.
  • Curiosidad: los arquitectos están abiertos a nuevas ideas, siempre que sean racionales y estén basadas en evidencia. Estos tipos de personalidad son escépticos por naturaleza y particularmente atraídos por puntos de vista alternativos o contrarios. Incluso están dispuestos a cambiar de opinión cuando resulta que están equivocados.
  • Versatilidad: a los arquitectos les encanta sumergirse en una variedad de desafíos. Su curiosidad y determinación pueden ayudar a las personas con este tipo de personalidad a tener éxito en una amplia gama de proyectos.

Debilidad

  • Arrogancia – Los arquitectos pueden tener conocimientos, pero no son infalibles. Su confianza en sí mismos puede cegarlos ante las opiniones útiles de los demás, especialmente de cualquiera que consideren intelectualmente inferior. Estas personas también pueden volverse innecesariamente duras o ensimismadas cuando intentan demostrar que los demás están equivocados.
  • Desdén - Para los arquitectos, la razón es la reina. Pero el trasfondo emocional suele ser más personal de lo que este tipo de personalidad está dispuesto a admitir. Los arquitectos pueden impacientarse con cualquiera que parezca valorar los sentimientos por encima de los hechos. Desafortunadamente, ignorar las emociones es un sesgo en sí mismo: puede nublar el juicio de un arquitecto.
  • Demasiado crítico - Estas personas suelen tener un gran autocontrol, especialmente en lo que respecta a sus pensamientos y sentimientos. Los arquitectos pueden volverse muy críticos cuando las personas no logran alcanzar el nivel de moderación en sus vidas. Pero esta crítica es a menudo injusta y se basa en estándares arbitrarios y no en una comprensión plena de la naturaleza humana.
  • Agresivo - Los arquitectos odian seguir cualquier cosa ciegamente sin entender por qué. Esto incluye las restricciones y las figuras de autoridad que imponen esas restricciones. Las personas con este tipo de personalidad pueden verse atrapadas en discusiones sobre reglas y regulaciones inútiles, pero a veces estos argumentos distraen la atención de asuntos más importantes.
  • Ignorancia romántica: la racionalidad despiadada del arquitecto puede hacer que se sientan frustrados por el romance. Especialmente en las primeras etapas de una relación, pueden tener dificultades para entender lo que está pasando y cómo comportarse. Si su relación se rompe por razones que no comprenden, pueden volverse cínicos respecto de los asuntos del corazón e incluso cuestionar la importancia del amor y la conexión.

enamorado

Las personas con el tipo de personalidad Arquitecto (INTJ) abordan el romance de la misma manera que abordan la mayoría de los desafíos: estratégicamente, con metas claras y un plan para lograrlas. En un mundo puramente racional, este método es infalible. Ignora factores importantes que los arquitectos a veces pasan por alto, como la imprevisibilidad de la naturaleza y las emociones humanas.

Para estas personas, encontrar una pareja compatible puede ser un desafío particular. Los arquitectos rara vez están satisfechos con cómo son las cosas, siempre están desarrollando en sus mentes un mundo que es más perfecto que la realidad. Otros que entran en su mundo necesitan adaptarse de alguna manera a esta fantasía. Pero si las expectativas y los ideales de un arquitecto para su socio no son realistas, ninguna persona real podrá alcanzarlos en todos los sentidos.

El ritual de las citas

Como suelen aprender los arquitectos, los caminos del amor son difíciles de describir en una hoja de cálculo.

Los arquitectos se preocupan por la profundidad y la inteligencia e insisten en una comunicación honesta y abierta. Para ellos, rara vez vale la pena mantener relaciones basadas en estos valores.

Por lo tanto, probablemente no sea sorprendente que la etiqueta social y la etiqueta arcana de las citas puedan parecer inútiles o incluso insultantes para el tipo de personalidad Arquitecto. Pero muchas de estas convenciones existen por una razón: ayudar a que una situación que de otro modo sería impredecible parezca menos desalentadora. Si los arquitectos se niegan a cooperar, el mundo de las citas puede resultarles difícil, si no imposible.

A medida que maduran y adquieren experiencia, muchos arquitectos acaban empezando a comprender el propósito de los rituales románticos. Hasta entonces, sin embargo, pueden considerar que la fecha es demasiado irrazonable o inferior a ellos. Algunas personas con este tipo de personalidad pueden intentar constantemente demostrar su superioridad intelectual como una forma de demostrar que están por encima de la ’tontería’ de las citas. Claramente, es poco probable que esta mentalidad ayude a los arquitectos a encontrar socios o conectarse con ellos.

A veces, la mejor estrategia para un arquitecto es centrarse en las cosas que ama en lugar de luchar contra las reglas de las citas. Irónicamente, las personas con este tipo de personalidad suelen ser más atractivas cuando no quieren serlo. Simplemente hacer lo que mejor saben hacer (perseguir intereses que los iluminen) puede ayudar a que su confianza e inteligencia brillen.

Enfermedad emocional

Los arquitectos buscan relaciones sólidas y significativas. Utilizan su conocimiento y lógica para ayudar a garantizar que su pareja esté satisfecha.

La personalidad del arquitecto no se caracteriza por exhibiciones románticas tradicionales, como enviar flores o escribir notas blandas. La mayoría de los arquitectos dedican más tiempo a pensar en el amor que a expresarlo. Pero cuando creen que una relación tiene potencial, los arquitectos pueden hacer todo lo posible para mantener la estabilidad y garantizar que sus socios estén satisfechos a largo plazo. Al usar su imaginación, las personas con este tipo de personalidad pueden encontrar formas significativas, incluso inesperadas, de compartir sus sentimientos.

Dicho esto, para estas personas las emociones pueden seguir siendo un segundo idioma. Es posible que el arquitecto no lo vea como el núcleo del conflicto de la relación, sino como un enigma que debe resolverse, un enfoque que no siempre tiene éxito. Los arquitectos pueden cerrarse cuando sus socios comparten sentimientos fuertes, o pueden tender a analizar la situación en lugar de simplemente escuchar y ofrecer apoyo. Para los arquitectos, estar en sintonía con el estado de ánimo de su pareja (y el suyo propio) requiere algo más que un poco de práctica.

Amar rara vez es fácil, pero es un desafío que puede ayudar a los arquitectos a crecer. A través de sus relaciones, los arquitectos pueden aprender a centrarse en el presente, mantenerse en contacto con sus emociones, estar conectados con otras personas y estar abiertos a cosas a las que no están acostumbrados. Para un tipo de personalidad tan centrado en el autodesarrollo, estas oportunidades pueden hacer que el amor sea más satisfactorio.

Amistad

Ingeniosos y oscuramente divertidos, los arquitectos (INTJ) no son del agrado de todos, pero les parece bien. En la mayoría de los casos, las personas con este tipo de personalidad no están obsesionadas con ser populares. No invierten su tiempo ni su energía en nadie y son difíciles de conocer.

Pero esto no significa que los arquitectos sean antisociales o que no tengan amigos. De hecho, nada entusiasma más a los arquitectos que la chispa que sienten cuando conectan con alguien que realmente los comprende.

Buscando la igualdad

Los arquitectos se preocupan por la profundidad y la calidad. Prefieren tener sólo unos pocos buenos amigos que un gran grupo de conocidos.

Los arquitectos suelen tener opiniones firmes sobre lo que funciona y lo que no, lo que buscan y lo que no. Esta mentalidad les da una idea clara de lo que esperan de su vida social y de sus amigos, lo que también puede llevarlos a rechazar a cualquiera que no parezca estar a la altura de esas expectativas. Desde fuera, las personas con este tipo de personalidad pueden parecer desdeñosas, pero dirán que simplemente son decididas.

En las amistades, los arquitectos buscan lo intelectual más que cualquier otra cosa. Estas personas anhelan la estimulación mental y se aburrirán con cualquiera que no pueda seguir el ritmo de sus pensamientos. Los arquitectos necesitan compartir sus ideas generales; las conversaciones triviales son algo que normalmente evitan.

En su amistad, como en otros aspectos de sus vidas, los arquitectos valoraban la independencia. Para este tipo de personalidad, las responsabilidades sociales pueden resultar asfixiantes. Los arquitectos no quieren sentirse agradecidos con sus amigos y no quieren que sus amigos se sientan agradecidos con ellos. Para ellos, la amistad ideal es discreta y se basa en el respeto mutuo más que en la obligación.

Por supuesto, cualquier amistad tiene sus momentos de dramatismo. Los arquitectos pueden sentirse incómodos cuando surgen situaciones sensibles o emocionales. Incluso con sus amigos más cercanos, estas personas pueden tener dificultades para dar o recibir consuelo. Los arquitectos están acostumbrados a sentirse informados y competentes, y esta repentina ignorancia puede resultar desorientadora.

Amistad única

Hacer amistad con los arquitectos no siempre es fácil. Las personas con este tipo de personalidad tienen poca paciencia con las reglas sociales. En cambio, buscan amigos que valoren la sabiduría, la honestidad y la superación personal. Cualquiera que no alcance esta marca probablemente se aburrirá o se irritará. Afortunadamente, cualquier persona con estas cualidades probablemente también apreciará a un arquitecto.

Entre amigos que conocen y respetan, los arquitectos pueden relajarse fácilmente y ser ellos mismos. Su sarcasmo y bromas ingeniosas pueden no ser para todos, especialmente para aquellos que tienen dificultades para leer entre líneas. Pero los arquitectos recompensan a sus verdaderos amigos con franqueza y perspicacia, y con un flujo constante de historias, ideas y conversaciones interesantes.

Padre-hijo

Los arquitectos (INTJ) son conocidos por su racionalidad y autocontrol, y pueden dejarse engañar por cualquiera que no comparta estas fortalezas: los niños, por ejemplo. Para estas personas, la paternidad puede no ser fácil, ya que les exige dominar nuevas habilidades y aumentar su flexibilidad cognitiva. Afortunadamente, los arquitectos casi siempre están a la altura del desafío. Para los arquitectos que deciden tener hijos, pocos desafíos son tan gratificantes como la paternidad.

Contacto honesto

Los arquitectos quieren que sus hijos crezcan y sean individuos capaces y autosuficientes con intereses bien definidos y fuertes habilidades de pensamiento crítico. En lugar de imponer reglas sin sentido, buscan formas apropiadas para la edad de fomentar la independencia en sus hijos. Esto no quiere decir que los padres con este tipo de personalidad sean permisivos, ni mucho menos. Quieren que sus hijos hagan uso responsable de su libertad.
Algunos tipos de personalidad pueden alejar a sus hijos de temas difíciles, pero los padres arquitectos generalmente creen que el conocimiento es mucho mejor que la ignorancia. Para ellos, la franqueza es una forma de mostrar respeto, y sería un flaco favor para sus hijos distanciarse de la realidad. Por supuesto, el éxito de este enfoque depende de la capacidad del arquitecto para evaluar correctamente la preparación del niño para estas duras verdades.

Confusión emocional

En comparación con otros tipos de personalidad, a los arquitectos no les gusta mucho mostrar afecto. Colmar a alguien con amor, elogios y afecto puede resultar cohibido, incluso si ese ‘alguien’ es su propio hijo. Pero los niños necesitan abrazos y otras formas de mostrar afecto, especialmente cuando son pequeños. Por lo tanto, es posible que los padres arquitectos necesiten ampliar sus zonas de confort emocional para mostrarles a sus hijos cuánto los aman.

Otro desafío para los padres con este tipo de personalidad es brindar apoyo emocional. Los arquitectos se enorgullecen de estar a cargo de sus propios sentimientos y es posible que quieran que sus hijos hagan lo mismo. Pero esta expectativa no es razonable: las emociones pueden ser confusas y a veces caóticas, pero son completamente normales y los niños necesitan validación y apoyo para afrontarlas.

Los arquitectos dan mejores resultados cuando pueden crear planes que aborden las causas fundamentales de un problema. Pero a veces, la mejor manera de resolver los problemas de su hijo es sentarse con él y explorar cómo se siente.

Prepárate para los desafíos de la vida

Los arquitectos intentan asegurarse de que sus hijos estén preparados para cualquier cosa que les depare la vida. Los padres con este tipo de personalidad pueden replantear los problemas como oportunidades de crecimiento personal, inspirando a sus hijos a desarrollar su propio pensamiento racional y estilos de resolución de problemas. Con el tiempo, los niños arquitectos pueden aplicar estas habilidades a situaciones cada vez más complejas, generando confianza a medida que crecen.

Cada padre tiene sueños diferentes para el futuro de sus hijos. Para un arquitecto, el sueño es formar un adulto capaz que comprenda sus propias ideas y resuelva sus propios problemas y, si llega el momento, ayudar a sus propios hijos a hacer lo mismo. Los arquitectos entienden que esto no sucederá si protegen a sus hijos de todas las cosas difíciles o desagradables de la vida. Pero su esperanza es que si les dan a sus hijos las herramientas adecuadas, no tendrán que hacerlo.

Trayectoria profesional

La experiencia es a menudo donde más brilla un arquitecto (INTJ). Pero estas personas no estarán satisfechas con ninguna carrera. Quieren resolver desafíos significativos y encontrar soluciones elegantes a problemas importantes, no simplemente jugar con números en una hoja de cálculo.

Los arquitectos también quieren tener la libertad de utilizar sus mejores fortalezas. Pocos tipos de personalidad, si es que hay alguno, pueden igualar su capacidad para traducir principios complejos en estrategias claras y viables. Los arquitectos saben cuánto tienen que ofrecer en sus carreras; para ellos, cualquier trabajo que no utilice sus habilidades y conocimientos es una oportunidad desperdiciada.

Depresión de la carrera temprana

Comenzar desde lo más bajo de la escala profesional puede resultar frustrante para los arquitectos. Al principio de sus carreras, es posible que se vean abrumados por tareas diarias simples que los hagan sentir medio muertos. Las personas con este tipo de personalidad están llenas de ideas creativas y originales. Pero debido a su desdén por las conversaciones triviales y la política en el lugar de trabajo, pueden tener problemas para ganarse a sus jefes y compañeros de trabajo.

La buena noticia es que, con el tiempo, los arquitectos pueden desarrollar sus habilidades hasta convertirlas en una trayectoria tan eficaz que no se puede ignorar. Incluso si quienes los rodean caen presa del pensamiento grupal, la personalidad de un arquitecto puede atravesar el ruido e identificar la causa real del problema y luego solucionarlo. Sus habilidades les dan una ventaja. Mientras no alienen a sus colegas, los arquitectos pueden avanzar en sus carreras y obtener la independencia que necesitan para hacer realidad sus ideas.

Encuentra la ubicación correcta

Algunos tipos de personalidad prefieren trabajos que requieren interacción y trabajo en equipo constante, pero los arquitectos suelen preferir puestos de lobo solitario. Al trabajar individualmente o en grupos pequeños, pueden dar rienda suelta a su creatividad sin las constantes interrupciones de colegas curiosos o supervisores que dudan. Los arquitectos realmente creen que si quieres que algo se haga bien, será mejor que lo hagas tú mismo.
La otra cara de la moneda es que los arquitectos tienen poco respeto por quien ha conseguido el éxito a base de redes o de nepotismo más que de méritos. Las personas con este tipo de personalidad valoran el ingenio, el coraje, la perspicacia y el compromiso, tanto consigo mismos como con los demás. Creen que todos deberían completar su trabajo al más alto nivel posible. Entonces, si una mariposa social en el trabajo flota por su propio peso, los arquitectos podrían sentir la necesidad de usar su ingenio para traer a esa persona de regreso a la Tierra.

Un desafío mayor

Los arquitectos ven una combinación de enfoque inteligente y trabajo duro como el camino hacia la excelencia. Los tipos de personalidad de los arquitectos necesitan progresar y evolucionar, y disfrutan explorando nuevas ideas. A medida que avanzan sus carreras, es posible que se sientan atraídos por puestos en los que puedan influir en la estrategia general de una empresa u organización. Muchos arquitectos desempeñan roles de bajo perfil pero influyentes, como gerentes de proyectos, ingenieros de sistemas, estrategas de marketing, analistas de sistemas y estrategas militares.

De hecho, los arquitectos pueden desempeñar casi cualquier función. Algunas carreras con un fuerte componente social, como ventas o recursos humanos, pueden no parecer una buena opción, pero afortunadamente, los arquitectos saben cómo mirar más allá de lo obvio. Estas personas tienen la creatividad y la visión para hacer una contribución importante en cualquier lugar de trabajo, y estas habilidades sin duda les ayudarán si deciden iniciar un negocio.

hábito de trabajo

Lo que quieren los arquitectos (INTJ), sin importar en qué etapa de su carrera se encuentren, es perseguir sus objetivos profesionales de acuerdo con sus propios estándares. Si algún tipo de personalidad tiene altos estándares para sí mismo, es casi seguro que sea un arquitecto.

En teoría, esta actitud crea empleados y colegas modelo. En muchos sentidos, los arquitectos son exactamente eso. Pero algunos tipos de personalidad pueden encontrar un desafío trabajar con un arquitecto. Los arquitectos pueden ser duros o desdeñosos con las personas a las que no respetan; desafortunadamente, perder el respeto es muy fácil. En particular, tienen poco tiempo para dedicarlo a colegas que priorizan la conveniencia sobre la innovación o la socialización sobre el éxito.

Como subordinado

Los arquitectos son conocidos por su independencia. Incluso en trabajos de nivel inicial, pueden irritar a cualquiera que intente limitar su libertad. Su peor pesadilla sería un jefe microgestionario que monopolice su tiempo con reuniones inútiles, insista en reglas inútiles y evalúe a los empleados en función de lo simpáticos que parecen y no de sus méritos reales.

Los títulos significan poco para los arquitectos y, a menudo, tienen problemas para cumplir con gerentes que no respetan. También puede resultarles difícil abstenerse de brindar retroalimentación y críticas a su jefe, un enfoque que, dependiendo del jefe, puede ser contraproducente.

En el mundo real, no todos los jefes serán tan lógicos o de mente abierta como les gustaría a los arquitectos. Pero eso no significa que las personas con este tipo de personalidad deban permitir que gerentes menos que ideales los frene.

Es posible que los arquitectos necesiten utilizar toda su creatividad e ingenio para ampliar sus responsabilidades y desarrollar su experiencia, incluso si no tienen la independencia que anhelan. Para ello, es posible que deban priorizar la construcción de una relación productiva y respetuosa con su jefe, sin importar cuán distante pueda estar esa persona.

Como colega

Pocos arquitectos eligen trabajos que requieran un trabajo en equipo constante o interacción social. Para estas personas, la mayoría de las técnicas de formación de equipos y reuniones de grupo son una pérdida de tiempo. Luego están las charlas triviales, los chismes y la política de oficina: son plagas en el lugar de trabajo.

Muchos arquitectos prefieren trabajar solos que verse frenados por alguien que no está concentrado. Afortunadamente, su perfeccionismo y determinación a menudo les permiten producir resultados efectivos incluso sin la ayuda de otros.

Eso no quiere decir que los arquitectos no puedan colaborar con otros; de hecho, pueden lograr algunos de sus mayores éxitos de esta manera. Sus habilidades y confiabilidad pueden convertirlos en excelentes colaboradores. Es posible que las personas con este tipo de personalidad nunca disfruten trabajar con colegas que se obsesionan con los detalles equivocados o que no logran ganarse el respeto. Pero en compañía de un pequeño grupo de colegas de confianza, las sesiones de lluvia de ideas de un arquitecto pueden volverse más dinámicas.

Como jefe

Aunque les sorprenda, los arquitectos pueden ser grandes líderes. En el lugar de trabajo, rara vez renuncian a su autoridad para demostrarlo. En cambio, buscan formas de promover la innovación y la eficacia, incluso si eso significa romper con las jerarquías establecidas. A algunos directivos les puede gustar que les atiendan, pero la personalidad de un arquitecto prefiere tener éxito a ser validada constantemente.

En general, los arquitectos prefieren tratar por igual a las personas que trabajan para ellos. Su objetivo no es microgestionar sino guiar una estrategia más amplia y dejar que otros se encarguen de las actividades del día a día. Sin embargo, esto no significa que no intervengan por completo. Los jefes de arquitectos quieren saber exactamente qué sucedió y cuándo, y siempre están listos para profundizar hasta cualquier nivel de detalle necesario.

Estos gerentes respetan y recompensan el comportamiento proactivo y delegan la responsabilidad a los empleados con las habilidades de pensamiento crítico más sólidas. Pero esta libertad no sólo se concede: es necesaria. Las personas que tienen dificultades para dirigir a su propio personal (que sólo quieren que les digan qué hacer) pueden tener dificultades para estar a la altura de los estándares de un arquitecto. Cualquiera que intente ocultar los malos resultados con halagos o excusas probablemente quedará decepcionado. Estas estrategias rara vez funcionan bien con la personalidad del arquitecto.

Ocupación preferida

Campos laborales preferidos: negocios, finanzas, tecnología, educación, atención médica, medicina y campos profesionales y creativos.

Ocupaciones típicas preferidas: abogados de propiedad intelectual, consultores de gestión, economistas, personal de banca internacional, expertos en inversiones de valores y análisis financiero, ingenieros de diseño, programadores, científicos diversos, expertos técnicos, expertos financieros, arquitectos, desarrolladores de sistemas de información, profesionales de redes integrales.

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