6 'botones estúpidos' que vienen con el cerebro humano, apágalos lo antes posible

El cerebro humano es un órgano muy complejo y poderoso que puede procesar diversa información, realizar razonamiento lógico, crear imaginación, expresar emociones, controlar el comportamiento y más. Sin embargo, el cerebro humano también tiene algunos defectos y debilidades que pueden afectar nuestro pensamiento y toma de decisiones, provocando que tomemos decisiones irracionales o incluso estúpidas. Estos defectos y debilidades son como los ‘botones tontos’ del cerebro humano. Si no se apagan a tiempo, nos causarán problemas y pérdidas.

Entonces, ¿qué son los “botones tontos” integrados en el cerebro humano? ¿Cómo apagarlos? Este artículo presentará los siguientes seis aspectos:

1. Apagar la especulación

La psicología especulativa significa que las personas tienden a perseguir objetivos con altos rendimientos, bajos riesgos y que pueden lograrse en el corto plazo, mientras ignoran el proceso de hacer esfuerzos, asumir riesgos y perseverar a largo plazo. La psicología especulativa tiene su origen en el instinto humano, que puede ayudarnos a encontrar oportunidades de supervivencia en momentos críticos, pero en la sociedad moderna a menudo nos lleva a caer en diversas trampas y estafas.

Por ejemplo, a algunas personas les gusta comprar billetes de lotería, apostar, invertir en acciones y otras actividades. Piensan que tendrán suerte y se harán ricas de la noche a la mañana, sin considerar que pueden perder todo su dinero. A algunas personas les gusta participar en varios MLM, esquemas piramidales, moneda virtual y otros proyectos. Creen que recibirán altos rendimientos y no les importa si son engañados o ilegales. A algunas personas les gusta obtener títulos, puestos, reputación y otros logros mediante trampas, plagio, plagio y otros medios. Sienten que pueden triunfar fácilmente sin darse cuenta de que pueden ser expuestos o castigados.

Estas personas están impulsadas por la psicología especulativa. En realidad, no trabajan ni estudian mucho, ni crean valor ni contribuyen a la sociedad. Sólo quieren lograr sus objetivos a través de atajos. Sin embargo, hacerlo suele ser contraproducente. No sólo perderán lo que tenían originalmente, sino que también perderán su dignidad y credibilidad.

Por lo tanto, debemos apagar la especulación, entender que no hay almuerzo gratis y saber que el éxito requiere pagar un precio. Debemos establecer valores y objetivos correctos, y actuar de acuerdo con las normas y la ética. Debemos estudiar y trabajar duro y mejorar constantemente nuestras capacidades y cualidades. Debemos valorar lo que tenemos y estar agradecidos por las oportunidades que se nos han brindado. Debemos ser personas honestas, íntegras y responsables.

2. Desactive la toma de decisiones rápida

La toma rápida de decisiones significa que cuando las personas enfrentan situaciones complejas o ambiguas, tienden a utilizar métodos simples o intuitivos para tomar decisiones sin pensar ni analizar de manera completa o profunda. La toma rápida de decisiones se origina en la evolución humana y nos ayuda a responder rápidamente para proteger nuestras vidas en situaciones de emergencia o peligrosas. Pero en la sociedad moderna, a menudo esto hace que ignoremos detalles e impactos importantes y tomemos decisiones equivocadas o lamentables.

Por ejemplo, al comprar bienes o servicios, algunas personas solo ven precios o anuncios superficiales y realizan un pedido apresuradamente sin comparar otras opciones ni conocer más información. Cuando algunas personas eligen trabajar o estudiar, sólo consideran sus propios intereses o ingresos y se inscriben a ciegas sin evaluar sus capacidades o perspectivas. Al tratarse de relaciones interpersonales, algunas personas expresan o actúan a voluntad basándose únicamente en sus propios sentimientos o impresiones, sin considerar los sentimientos o consecuencias de la otra persona.

Estas personas se dejan influenciar por decisiones rápidas sin pensamiento ni análisis reales, sin sopesar realmente los pros, los contras y los riesgos. Simplemente confiaron en su intuición y experiencia para tomar decisiones apresuradas y ciegas. Sin embargo, hacerlo a menudo les ocasiona diversos problemas y dificultades. No sólo harán perder su tiempo y dinero, sino que también dañarán sus propios intereses y relaciones.

Por lo tanto, debemos desactivar la toma de decisiones rápida, comprender que pensar es poder y saber que la toma de decisiones requiere racionalidad. Necesitamos recopilar y organizar información y datos relevantes, y utilizar la lógica y la evidencia para respaldar nuestras opiniones y juicios. Necesitamos considerar diferentes ángulos y posibilidades, y predecir diferentes resultados e impactos. Debemos ser personas racionales, prudentes y sabias.

3. Expansión del deseo cercano

La expansión del deseo significa que después de satisfacer las necesidades básicas de supervivencia y seguridad, las personas continuarán persiguiendo necesidades de nivel superior, como el reconocimiento social, la autorrealización, etc., y estas necesidades cambiarán con los cambios en el entorno y las condiciones. La expansión del deseo surge del potencial humano, que puede ayudarnos a lograr la superación personal y el desarrollo a través de desafíos e innovaciones constantes. Pero en la sociedad moderna, a menudo nos hace perder la satisfacción y la felicidad y caer en deseos infinitos.

Por ejemplo, algunas personas quieren más dinero y cosas después de tener suficiente riqueza y cosas materiales. Continuarán trabajando y consumiendo sin disfrutar de la vida ni descansar. Después de que algunas personas han alcanzado cierto estatus y fama, todavía quieren mayor poder y honor. Competirán y compararán constantemente sin preocuparse por los demás ni por la sociedad. Después de tener una pareja y una familia estables, algunas personas todavía quieren más amor y emoción. Continuarán engañando y traicionando sin apreciar sus sentimientos y responsabilidades.

Estas personas están controladas por la expansión del deseo. No están verdaderamente satisfechas ni felices, y no están verdaderamente agradecidas ni contentas. Simplemente se dejaron llevar por las tentaciones externas y el vacío interior, y tomaron decisiones codiciosas y tontas. Sin embargo, hacerlo muchas veces les hace perder lo más importante de sí mismos. No sólo serán condenados por su propia conciencia y moralidad, sino que también perderán la confianza y el respeto de los demás.

Por tanto, debemos apagar la expansión de los deseos, comprender que los deseos son infinitos y comprender que la felicidad es limitada. Debemos establecer una perspectiva correcta de la vida y la felicidad y vivir de acuerdo con nuestros propios corazones y valores. Debemos controlar nuestros deseos y emociones, y disfrutar y complacernos con moderación. Queremos ser una persona satisfecha, feliz y autodisciplinada.

4. Apague la adicción social

La adicción social se refiere a la excesiva dependencia o adicción de las personas a actividades sociales, como chatear, hacer amigos, compartir, etc., para satisfacer sus necesidades sociales, como el sentido de pertenencia, identidad, autoestima, etc. La adicción social surge de la naturaleza del grupo humano. Puede ayudarnos a obtener apoyo y ayuda, mejorar la confianza en uno mismo y la seguridad en las interacciones con los demás. Pero en la sociedad moderna, a menudo nos hace ignorar nuestra propia personalidad e independencia y caer en interacciones sociales ineficientes y sin sentido.

Por ejemplo, cuando algunas personas usan las redes sociales o plataformas en línea, constantemente actualizan, dan me gusta, comentan, reenvían, etc. Publican diversos contenidos para ganar más atención y reconocimiento, sin preocuparse por su privacidad e imagen. Cuando algunas personas participan en actividades o grupos sociales, constantemente entretendrán, halagarán y halagarán, etc. Atenderán diversas opiniones y costumbres para integrarse en más círculos y relaciones, en lugar de adherirse a sus propios principios y posiciones. Algunas personas constantemente se quejarán, quejarán, acusarán, etc. cuando se enfrenten a problemas o conflictos sociales. Exagerarán sus dificultades y agravios para buscar más simpatía y apoyo sin resolver sus propios problemas y responsabilidades.

Estas personas están preocupadas por la adicción social. Realmente no se comunican ni se comunican, y realmente no establecen ni mantienen relaciones sociales significativas y valiosas. Se involucran en comportamientos sociales aburridos y que les hacen perder el tiempo sólo para satisfacer su propia vanidad y vacío. Sin embargo, hacerlo muchas veces les hace perder su individualidad e independencia. No sólo perderán su tiempo y energía, sino que también reducirán su calidad y nivel.

Por lo tanto, debemos apagar la adicción social, comprender que la interacción social es un medio, no un fin, y que la interacción social se trata de calidad, no de cantidad. Debemos elegir redes y plataformas sociales apropiadas y beneficiosas, y utilizarlas de manera razonable y moderada. Debemos participar en actividades y grupos sociales significativos y valiosos, y ser sinceros y sinceros con los demás. Debemos abordar nuestros propios problemas y conflictos sociales y buscar soluciones de manera proactiva y proactiva. Debemos ser una persona con personalidad, independencia y gusto.

5. Apaga la mentalidad del protagonista.

La mentalidad de protagonista significa que las personas tienden a ver el mundo de una manera egocéntrica, sobreestiman su importancia e influencia en diversos eventos y creen que tienen un destino o misión especial. La mentalidad de protagonista se origina en la autoconciencia humana y puede ayudarnos a mejorar nuestra confianza y motivación y a superar nuestros propios miedos y confusión al enfrentar dificultades y desafíos. Pero en la sociedad moderna, a menudo nos hace perder el juicio objetivo y racional y caer en un estado de egocentrismo y autoengaño.

Por ejemplo, cuando algunas personas se encuentran con desgracias o fracasos, pensarán que han sido incriminadas por el destino o por otros. Eludirán la responsabilidad y los errores ante factores externos sin reflexionar sobre sus propias razones y formas de mejorar. Cuando algunas personas encuentran suerte o éxito, pensarán que son favorecidas por el destino o por otros. Atribuirán sus logros y logros a sus propias habilidades y talentos, en lugar de agradecer a los demás por su ayuda y oportunidades. Cuando algunas personas se encuentran con lo ordinario o lo ordinario, pensarán que han sido ignoradas por el destino o por otros. Considerarán sus vidas y su trabajo como aburridos y poco interesantes, sin buscar sus propios intereses y pasiones.

Todas estas personas están afectadas por la mentalidad del protagonista. No se conocen ni comprenden realmente a sí mismos ni al mundo, y no se respetan ni se aceptan verdaderamente a sí mismos ni a los demás. Simplemente ven todo según su propia imaginación y expectativas y toman decisiones egoístas y estúpidas. Sin embargo, hacerlo muchas veces les hace perder el equilibrio y el rumbo. No sólo sufrirán sus propios reveses y fracasos, sino que también perderán la confianza y la amistad de los demás.

Por tanto, debemos apagar la mentalidad de protagonismo, entender que el mundo no gira en torno a nosotros y saber que no somos nosotros los protagonistas del mundo. Debemos mirarnos a nosotros mismos y al mundo de manera objetiva y racional, y utilizar hechos y pruebas para respaldar nuestras opiniones y juicios. Debemos respetar y aceptar las fortalezas y debilidades de nosotros mismos y de los demás, y tratar los sentimientos y comportamientos de los demás con empatía y tolerancia. Necesitamos ser personas humildes, honestas y cooperativas.

6. Desactiva la autoconsistencia del superyó

La autoconsistencia del superyó significa que las personas tienden a utilizar un conjunto de estándares fijos y abstractos para evaluar el comportamiento de ellos mismos y de los demás, y creen que este conjunto de estándares es correcto y noble y no puede cuestionarse ni cambiarse. La autoconsistencia del superyó se origina en el sentido moral humano. Puede ayudarnos a adherirnos a nuestros propios principios y valores y salvaguardar nuestra propia dignidad y justicia cuando enfrentamos dilemas o conflictos morales. Pero en la sociedad moderna, a menudo nos hace perder flexibilidad y adaptabilidad y caer en un estado de estrechez de miras y paranoia.

Por ejemplo, cuando algunas personas obedecen o violan ciertas reglas o leyes, pensarán que actúan por algunas razones como la bondad, el sacrificio, la tolerancia, los sueños, la justicia, la lealtad, etc., y pensarán que esas razones son suficientes para demostrarlo. que sus acciones son razonables o razonables y no requiere ninguna otra explicación o evidencia. Cuando algunas personas evalúan o critican ciertos comportamientos o fenómenos, pensarán que están hablando desde un cierto punto de vista de bondad, sacrificio, tolerancia, sueños, justicia, lealtad, etc., y pensarán que esas posiciones son suficientes para sustentar sus propias opiniones. o juicios, y no aceptará otras opiniones o refutaciones. Cuando algunas personas tratan o ayudan a ciertas personas o cosas, pensarán que están actuando por algún tipo de bondad, sacrificio, tolerancia, sueño, justicia, lealtad y otros motivos, y pensarán que estos motivos son suficientes para explicar su desinterés o gran comportamiento. , sin tener en cuenta otras consecuencias o impactos.

Estas personas están dominadas por su superyó. No comprenden ni respetan verdaderamente la diversidad y complejidad de ellos mismos y de los demás, y no consideran ni equilibran verdaderamente los intereses y las relaciones de ellos mismos y de los demás. Simplemente miden todo según sus propios estándares morales y toman decisiones estrechas de miras y paranoicas. Sin embargo, hacerlo muchas veces les hace perder su flexibilidad y adaptabilidad, y no sólo sufren sus propias dificultades y frustraciones, sino que también encuentran resentimiento y rechazo por parte de los demás.

Por lo tanto, debemos apagar nuestro superyó y nuestra autoconsistencia, comprender que la moralidad es relativa, no absoluta, y que la moralidad es cambiante, no fija. Debemos mirar nuestros comportamientos y los de los demás con apertura y tolerancia, y evaluar nuestros comportamientos y los de los demás en función de la realidad y la eficacia. Debemos comprender y respetar nuestras posiciones y motivos y los de los demás, y utilizar la comunicación y la negociación para resolver conflictos entre nosotros y los demás. Necesitamos ser personas flexibles, adaptables y colaborativas.

Los anteriores son los seis ‘botones estúpidos’ integrados en el cerebro humano que este artículo presentará. Son obstáculos y malentendidos en nuestro proceso de pensamiento y toma de decisiones, si no los apagamos a tiempo, nos traerán varios problemas y. pérdidas. Necesitamos reconocer la existencia y el daño de estos ‘botones estúpidos’, aprender a desactivarlos, mejorar la calidad y el nivel de nuestro pensamiento y tomar decisiones más racionales y sabias. Espero que este artículo te sea útil e inspirador, gracias por leer.

Enlace a este artículo: https://m.psyctest.cn/article/aW54pE5z/

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