En 1982, Brink et al. crearon la Escala de Depresión Geriátrica (GDS) como una herramienta utilizada específicamente para detectar la depresión en los ancianos. Debido a que las personas mayores tienen más quejas físicas, muchos síntomas físicos de las personas mayores normales están dentro del rango normal para este grupo de edad, pero pueden diagnosticarse erróneamente como depresión. El GDS fue diseñado para detectar con mayor sensibilidad síntomas somáticos exclusivos de pacientes ancianos con depresión. Además, en comparación con otras escalas de calificación, la GDS utiliza un formato de respuesta simple de ‘sí’ o ’no’, que es más fácil de dominar.
El GDS tiene 30 ítems en total, que representan los síntomas centrales de la depresión geriátrica. Estos síntomas incluyen estado de ánimo deprimido, actividad reducida, irritabilidad, retraimiento y pensamientos angustiantes, así como evaluaciones negativas del pasado, presente y futuro. Cada elemento es una oración a la que se le pide al sujeto que responda ‘sí’ o ’no’.
Al utilizar el GDS, el examinador puede optar por realizar la evaluación mediante preguntas orales o respuestas escritas. Los sujetos deben elegir la respuesta que mejor describa cómo se han sentido durante la última semana. Si se utiliza el formulario escrito, cada pregunta tendrá una opción de ‘sí’ y ’no’ impresa después, y el sujeto deberá marcar con un círculo la respuesta más adecuada. Si la pregunta se hace verbalmente, es posible que deba repetir ciertas preguntas para garantizar una respuesta exacta de ‘sí’ o ’no’. Cabe señalar que cuando el grado de demencia es grave, la validez del GDS disminuirá.
La depresión geriátrica se refiere a una enfermedad mental común que se presenta en la población de edad avanzada, también conocida como depresión geriátrica o depresión de aparición tardía. Está estrechamente relacionado con los cambios fisiológicos y psicológicos relacionados con la edad, así como con los problemas sociales, económicos y familiares que enfrentan las personas mayores. Los síntomas y la gravedad de la depresión geriátrica varían entre las personas, pero pueden afectar negativamente la salud física y mental de un adulto mayor e incluso aumentar el riesgo de suicidio.
A continuación se presentan algunas características y síntomas comunes de la depresión en adultos mayores:
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Mal humor: Los principales síntomas de la depresión en las personas mayores son un estado de ánimo deprimido y persistente, una sensación de pérdida de interés y diversión, y un mal humor. Los adultos mayores pueden presentar cambios de humor, irritabilidad o ansiedad.
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Retraimiento social: los pacientes ancianos con depresión a menudo tienen una interacción menos activa con actividades sociales, familiares y amigos. Es posible que se sientan solos, impotentes y desconectados del mundo que los rodea.
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Problemas para dormir: las personas mayores pueden tener dificultades para conciliar el sueño, despertarse temprano o experimentar una calidad del sueño reducida. Es posible que estén constantemente cansados y faltos de energía.
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Cambios en el apetito: los pacientes de edad avanzada con depresión pueden experimentar pérdida o aumento del apetito, lo que provoca fluctuaciones de peso. Es posible que pierdan interés en los alimentos que normalmente disfrutan.
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Síntomas físicos: los adultos mayores pueden experimentar síntomas físicos inexplicables, como dolores de cabeza, dolor de espalda, indigestión y dolor crónico.
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Problemas de atención y memoria: La depresión en las personas mayores puede provocar pérdida de atención y memoria, afectando la función cognitiva. Los adultos mayores pueden distraerse más fácilmente y tener dificultades para concentrarse.
Las causas de la depresión en las personas mayores son complejas e implican los efectos combinados de factores biológicos, psicosociales y ambientales. Aquí hay algunos factores de riesgo comunes:
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Factores fisiológicos: Los cambios en la salud física de las personas mayores, como enfermedades crónicas, deterioro neurológico, cambios hormonales, etc., pueden aumentar el riesgo de depresión.
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Factores psicosociales: las personas mayores pueden enfrentar cambios importantes en su vida, como la pérdida de familiares, amigos y cónyuges, la jubilación, la pérdida de roles sociales e identidad. Estos factores pueden hacer que las personas mayores se sientan impotentes, solas y deprimidas, y aumentar el riesgo. de depresión.
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Factores psicológicos: las características psicológicas personales y los estilos de afrontamiento también pueden afectar la aparición de depresión en las personas mayores. Por ejemplo, las características de personalidad individual, la baja autoevaluación, los patrones de pensamiento negativos y la insuficiente capacidad de afrontamiento pueden hacer que las personas mayores sean más susceptibles a la depresión.
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Factores ambientales: los adultos mayores pueden enfrentar factores ambientales como dificultades financieras, aislamiento social, falta de redes de apoyo y adaptabilidad inadecuada, que pueden aumentar el riesgo de depresión.
Para el tratamiento y manejo de la depresión en adultos mayores, a continuación se presentan algunos enfoques comunes:
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Psicoterapia: la psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la psicoterapia asistida, pueden ayudar a las personas mayores a comprender y cambiar los patrones de pensamiento negativos y mejorar su capacidad para afrontar el estrés y las emociones.
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Tratamiento farmacológico: se pueden utilizar fármacos antidepresivos bajo la supervisión de un médico para reducir los síntomas de la depresión. Los médicos recetarán los medicamentos adecuados según las condiciones específicas del paciente.
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Apoyo social: Brindar apoyo emocional e interacción social es fundamental para la recuperación de los adultos mayores. Familiares, amigos o un trabajador social profesional pueden brindar apoyo y ayuda.
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Actividad física: La actividad física y el ejercicio moderados pueden mejorar la salud mental y reducir los síntomas de la depresión. Las personas mayores pueden elegir ejercicios que se adapten a su condición física, como caminar, Tai Chi, etc.
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Mantenga un estilo de vida activo: una dieta equilibrada, un horario regular y mantener actividades sociales y pasatiempos pueden ayudar a mejorar la salud mental.
Si usted o una persona mayor cercana a usted experimenta síntomas de depresión, busque ayuda médica profesional de inmediato. Sólo después de una evaluación y tratamiento profesional se puede desarrollar un plan de manejo de la depresión que se adapte al individuo.
Cabe mencionar que si bien el GDS es una herramienta de detección de depresión utilizada específicamente para personas mayores, también es aplicable a otros grupos de edad.
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