La ira es una emoción negativa. Es inevitable que te encuentres con cosas enojadas en la vida. Es comprensible que te enojes de vez en cuando. El problema es que no puedes permitir que la ira se convierta en un obstáculo para tu progreso. Para controlar la ira, no sólo debemos comprender los peligros de la ira, sino también las causas y los mecanismos de la ira.
Si este tipo de emoción domina y no se puede controlar, a menudo sobreestimulará los órganos, músculos o glándulas endocrinas del cuerpo, lo que fácilmente puede inducir una variedad de enfermedades. Es más, es muy fácil destruir las relaciones interpersonales normales, al menos hiere la armonía y afecta la unidad en el peor de los casos, es imposible controlar la propia razón y provocar cosas que no deberían suceder;
Controlar la ira en sí es una especie de cultivación. Sólo cultivando constantemente tus sentimientos y mejorando tu nivel de cultivación podrás cortar la ira de raíz.
La ira de una persona proviene de las malas emociones que despiertan los deseos o metas de uno, que siempre son difíciles de alcanzar, o que se sienten frustrados repetidamente, o que son ridiculizados o atacados sin motivo alguno. Una persona racional puede comprender sus impulsos internos de manera oportuna y elegir correctamente la forma adecuada de desahogarse en función de la situación. Se puede decir que la clave para controlar la ira reside en regular las actividades cognitivas y captar las fluctuaciones emocionales. Debes hacer lo siguiente: Reducir los prejuicios y evaluar correctamente los estímulos; descubrir qué es lo que realmente te enoja y no expreses tu enojo cuando estés enojado, elige una forma adecuada de desahogar tu enojo;
En tu vida diaria, ¿haces un gran escándalo con alguien por un asunto trivial? ¿O te enojas con los demás por sus palabras?
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