La Personalidad Mediadora (INFP, Personalidad Mediadora) es un tipo de personalidad entre las 16 personalidades. Entre ellos, ‘I’ representa introversión, ‘N’ representa intuición, ‘F’ representa emoción y ‘P’ representa dependencia.
Las personalidades mediadoras tienden a ser tranquilas, de mente abierta e imaginativas, y adoptan un enfoque afectuoso y creativo en todo lo que hacen.
Aunque puedan parecer tranquilos o modestos, los Mediadores (INFP) tienen una vida interior vibrante y apasionada. Son creativos e imaginativos y les encanta perderse en ensoñaciones, inventando todo tipo de historias y conversaciones en sus cabezas. Estas personalidades son conocidas por su sensibilidad: los mediadores pueden tener profundas respuestas emocionales hacia la música, el arte, la naturaleza y las personas que los rodean.
Los mediadores idealistas y empáticos desean relaciones profundas y afectivas y se sienten llamados a ayudar a los demás. Pero como este tipo de personalidad constituye sólo una pequeña porción de la población, los Mediadores a veces pueden sentirse solos o invisibles, a la deriva en un mundo que no parece apreciar las cualidades que los hacen únicos.
Rasgos de personalidad
El don de la empatía
Los mediadores tienen una curiosidad genuina por las profundidades de la naturaleza humana. Introspectivos en esencia, están muy en sintonía con sus propios pensamientos y sentimientos, pero también desean comprender a quienes los rodean. Los mediadores son compasivos y no juzgan, siempre están dispuestos a escuchar las historias de otras personas. Cuando alguien se abre hacia ellos o recurre a ellos en busca de consuelo, se sienten honrados de escucharlos y ayudarlos.
La empatía es uno de los mayores dones de este tipo de personalidad, pero a veces puede ser una carga. Los problemas del mundo pesan mucho sobre los hombros de los mediadores, quienes internalizan fácilmente las emociones o mentalidades negativas de los demás. A menos que aprendan a establecer límites, los mediadores pueden sentirse abrumados por la cantidad de errores que hay que corregir.
Di la verdad
Nada incomoda más a un mediador que pretender ser algo que no es. Con su sensibilidad y compromiso con la autenticidad, las personas con este tipo de personalidad a menudo anhelan oportunidades para una autoexpresión creativa. Por tanto, no sorprende que muchos mediadores famosos sean poetas, escritores, actores y artistas. No pueden evitar pensar en el significado y el propósito de la vida, imaginando todo tipo de historias, ideas y posibilidades a lo largo del camino.
A través de estos paisajes imaginativos, los mediadores pueden explorar su propia naturaleza interior y su lugar en el mundo. Si bien este es un rasgo hermoso, estas personas a veces muestran una tendencia a soñar despiertos y fantasear en lugar de actuar. Para evitar sentirse frustrados, insatisfechos o incompetentes, los mediadores deben asegurarse de tomar medidas para convertir sus sueños e ideas en realidad.
Buscando una llamada
Las personas con este tipo de personalidad tienden a sentirse sin rumbo o estancadas hasta que obtienen un sentido de propósito en sus vidas. Para muchos mediadores, este propósito tiene que ver con elevar a los demás y su capacidad de sentir el dolor de los demás como si fuera propio. Si bien los mediadores quieren ayudar a todos, necesitan concentración y esfuerzo; de lo contrario, eventualmente pueden agotarse.
Afortunadamente, como las flores de la primavera, la creatividad y el idealismo del Mediador pueden florecer incluso después de las estaciones más oscuras. Aunque saben que el mundo nunca será perfecto, los Mediadores todavía se preocupan por hacer todo lo posible para mejorarlo. Esta tranquila creencia en hacer lo correcto explica por qué estas personas suelen inspirar compasión, bondad y belleza dondequiera que vayan.
Representantes
- John Ronald Reuel Tolkien, escritor, poeta, lingüista y profesor universitario británico.
- Jean-Jacques Rousseau, pensador y filósofo de la Ilustración francesa.
- Soren Aabye Kierkegaard, poeta y filósofo existencialista danés.
- Agustín de Hipona, obispo y filósofo católico.
- Jean-Paul Sartre, filósofo existencialista francés.
- William Shakespeare, dramaturgo y poeta inglés del Renacimiento.
- Alicia Keys, cantante, música, actriz y escritora estadounidense.
- Tom Hiddleston, actor, productor de cine y músico británico.
-Julia Roberts, actriz y productora de cine y televisión estadounidense. - William Wordsworth, poeta romántico inglés.
- Johnny Depp, actor, productor y músico de cine y televisión estadounidense.
- Frodo Bolsón, protagonista de la novela ‘El Señor de los Anillos’.
- Amelie Poulain, personaje de la película Amélie.
- Arwen, la protagonista de la novela ‘El Señor de los Anillos’.
- Fox Mulder, personaje de la serie de televisión de ciencia ficción ‘Expediente X’.
- Anne, un personaje de la novela ‘Anne of Green Gables’ escrita por la escritora canadiense Lucy Maud Montgomery.
- Sybil Branson, Lady Sybil Crawley, personaje de la miniserie de época británica Downton Abbey.
-Lance Sweets, personaje de la serie de crímenes forenses Bones. - Konstantin Levin, personaje de la novela Anna Karenina de León Tolstoi y sus obras derivadas.
ventaja
- Empático – Los mediadores no sólo se preocupan por otras personas en un sentido abstracto. Estos personajes pueden sentir las emociones de otra persona, desde alegría y euforia hasta tristeza y arrepentimiento. Debido a esta sensibilidad, los mediadores tienden a ser considerados y amables, y odian la idea de lastimar a alguien, incluso sin querer.
- Generosidad - A los mediadores rara vez les gusta lograr el éxito a expensas de los demás. Se sienten llamados a compartir las cosas buenas de sus vidas, dar crédito a quien lo merece y animar a quienes los rodean. Estas personas quieren contribuir a un mundo donde se escuchen todas las voces y no queden sin satisfacer las necesidades de nadie.
- De mente abierta: tolerante y tolerante, el mediador intenta no juzgar las creencias, el estilo de vida o las decisiones de nadie. Este es un tipo de personalidad que prefiere la empatía a la crítica, y muchos mediadores sienten empatía incluso por aquellos que han hecho mal. Debido a que son tan receptivos, los mediadores a menudo se convierten en confidentes de sus amigos y seres queridos y, en ocasiones, en completos desconocidos.
- Creatividad: los mediadores disfrutan viendo las cosas desde perspectivas poco convencionales. Nada los hace más felices que dejar que sus mentes divaguen con ideas, posibilidades y sueños. No es de extrañar, entonces, que muchos Mediadores se sientan atraídos por actividades creativas, o que este tipo de personalidad esté bien representado entre escritores y artistas.
- Apasionados: cuando una idea o movimiento despierta su imaginación, los Mediadores quieren comprometerse plenamente con él. Es posible que las personas con este tipo de personalidad no siempre sean francas, pero eso no disminuye sus fuertes sentimientos por causas que se alinean con sus creencias y creencias.
- Idealismo - Los mediadores se esfuerzan por seguir su conciencia, incluso cuando hacer lo correcto no es fácil ni conveniente. Rara vez pierden de vista su deseo de vivir una vida significativa y llena de propósitos, una vida que ayude a los demás y haga del mundo un lugar mejor.
Debilidad
- Poco realista – Nada en este mundo es perfecto – Esta puede ser una verdad difícil de aceptar para el mediador. Las personas con este tipo de personalidad pueden ser románticos empedernidos, con una visión color de rosa de cómo deberían ser sus vidas. Esto puede dejar a los mediadores decepcionados cuando la realidad inevitablemente no alcanza sus sueños.
- Autoaislamiento: los mediadores anhelan conectarse con los demás, pero no siempre saben cómo. Especialmente en situaciones nuevas, los mediadores pueden mostrarse reacios a exponerse de manera que les ayuden a hacer nuevos amigos o participar en nuevas comunidades. Por lo tanto, las personas con este tipo de personalidad pueden sentirse solas o aisladas en ocasiones.
- Falta de atención - La naturaleza imaginativa e introspectiva del mediador no siempre contribuye a la productividad. Muchos mediadores se sienten frustrados porque les resulta difícil seguir adelante y hacer el trabajo. El problema no es que sean incompetentes, sino que tienen problemas cuando están tan envueltos en ideas e ideales diferentes que no actúan.
- Vulnerabilidad emocional – La sintonía emocional de estas personas es una de sus mayores fortalezas. Pero a menos que los mediadores establezcan límites, pueden absorber emociones o actitudes negativas de los demás.
- Desesperados por complacer: los conflictos a menudo ejercen presión sobre los mediadores que anhelan armonía y aceptación. Cuando a alguien no le agradan o no los aprueban, estas personas pueden concentrarse en tratar de aclarar las cosas y cambiar la opinión de esa persona. Desafortunadamente, el deseo de los mediadores de complacer a los demás les quita energía, eclipsando su sabiduría interior y su conciencia de sus propias necesidades.
- Autocrítica: los mediadores creen en su potencial único y están ansiosos por realizarlo. Pero esto puede llevarles a tener expectativas poco realistas de sí mismos. Cuando los mediadores no logran hacer realidad estas visiones, pueden acusarse a sí mismos de ser inútiles, egoístas o lamentablemente inadecuados. Llevada demasiado lejos, esta autocrítica puede disuadir a los mediadores, haciéndoles renunciar incluso a sus sueños más preciados.
enamorado
Los mediadores (INFP) son soñadores e idealistas, especialmente cuando se trata de romance. Las personas con este tipo de personalidad creen en el poder y la belleza del amor verdadero y desean sinceramente nunca conformarse con menos.
Entonces es justo decir que The Mediator aborda el mundo del romance con grandes expectativas. Es posible que hayan pasado años soñando con la relación perfecta, imaginando cómo sería compartir su yo más íntimo con otra persona. Pero la realidad de las citas puede impactar a los mediadores, obligándolos a lidiar con una pregunta desafiante: si deben ceder en sus ideales si quieren tener una relación.
Romántico empedernido
Los mediadores no sólo quieren encontrar una pareja, sino que quieren conectarse con un alma gemela. Estas personas son reflexivas y de mente abierta y, por lo general, están dispuestas a considerar interactuar con una variedad de personas. Los mediadores se enorgullecen de su capacidad para mirar más allá de las características superficiales de una pareja potencial (como la apariencia, el estatus social o las posesiones) y centrarse en señales de compatibilidad más profundas y significativas.
Pero sería un error pensar que un mediador no tiene criterios preconcebidos para con su pareja. Con mentes e imaginación activas, las personas con este tipo de personalidad tienden a desarrollar y llevar consigo una visión de su pareja ideal, una visión que podría estar basada en un personaje de ficción favorito, alguien que alguna vez conocieron o simplemente su historia. Me dije a mí mismo cómo “debería” ser el amor.
Cuando conocen a alguien nuevo, la mayoría de los mediadores no pueden evitar comparar a esa persona con lo que imaginan como su alma gemela ideal. No sorprende que tales comparaciones tiendan a eliminar a varios socios potenciales. Puede ser difícil, si no imposible, para una persona real, de carne y hueso, hacer realidad los sueños que un mediador aprecia.
esfuerzo
Con el tiempo, muchos mediadores llegan a comprender que el amor verdadero no surge mágicamente: requiere compromiso, comprensión y trabajo. Después de todo, ninguna pareja es perfecta e incluso las relaciones más hermosas tienen desafíos. Afortunadamente, las personas con este tipo de personalidad pueden encontrar mucha alegría en sus esfuerzos por fortalecer sus relaciones.
Mientras se enamoran, el mediador revela cuánta pasión se esconde detrás de su exterior tranquilo. Son devotos y leales, pero respetan la independencia de su pareja y tratan de aceptarla tal como es. Es decir, estas personas también quieren ayudar a sus socios a aprender, crecer y perseguir sus objetivos. Los mediadores siempre están buscando formas de mejorar ellos mismos y el mundo que los rodea, y lo último que quieren es hacer que su pareja se sienta infeliz o estancada.
Muchas personas con este tipo de personalidad se dedican a ayudar a sus parejas a mejorar sus vidas. Si bien se trata de un objetivo ambicioso, los mediadores deben asegurarse de realizar un seguimiento de sus propias necesidades y de que sus socios estén realmente preparados para el cambio. Mientras hagan esto, el apoyo y la dedicación del mediador marcarán una diferencia en la vida de sus parejas.
Buscando lo real
Los mediadores tienden a promover la armonía más que el desacuerdo. Si bien esto puede ayudar a estabilizar su relación, también puede causar problemas. Para evitar generar conflictos, los mediadores pueden evitar hablar abiertamente sobre lo que les molesta; en cambio, pueden concentrarse mentalmente en el problema o tratar de resolverlo ellos mismos. También pueden centrarse en hacer feliz a su pareja en detrimento de sus propias prioridades y su sentido de identidad.
Es posible que las personas con este tipo de personalidad necesiten recordar que la comunicación abierta es necesaria en una relación, incluso si no siempre es fácil. De hecho, este tipo de momento sincero puede mejorar la relación.
Mientras se comuniquen abierta y honestamente, los mediadores son perfectamente capaces de ser fieles a sí mismos en una relación y alentar a sus seres queridos a hacer lo mismo. Al comprometerse de todo corazón con su relación, los mediadores pueden descubrir lo que realmente significa amar y ser amado.
Amistad
Los mediadores (INFP) pueden verse atrapados en una red de contradicciones en lo que respecta a su vida social. Las personas con este tipo de personalidad anhelan pasar tiempo a solas, pero también son susceptibles a sentimientos de soledad. Anhelan sentirse aceptados y bienvenidos, pero odian pretender ser alguien que no son. Si bien dudan en llamar la atención sobre sí mismos, tampoco quieren ser invisibles.
La buena noticia es que, en compañía de verdaderos amigos, los mediadores pueden salir de estas ruedas de hámster de inseguridades y centrarse en lo que realmente importa. Para estas personas, la amistad es un bien preciado: una oportunidad para que dos personas se animen y mejoren la vida del otro. Los mediadores realmente creen en el viejo dicho: ‘Un amigo necesitado es un verdadero amigo’. Pocas cosas refuerzan su sentido de propósito como estar juntos por las personas que les importan.
Quizás debido a su gran inversión en estas relaciones, los mediadores tienden a sentirse más realizados cuando pasan tiempo con un grupo pequeño y cercano de amigos. Los conocidos pueden ir y venir, pero es probable que este círculo íntimo incluya amigos del mediador de toda la vida.
Buscando almas con ideas afines
Aunque los mediadores son cálidos y receptivos, no siempre les resulta fácil hacer amigos. Esto puede deberse a que las relaciones superficiales y casuales pueden hacer que estas personas se sientan un poco vacías. Los mediadores buscan amistades genuinas y duraderas con personas que compartan su deseo de pensar y sentir profundamente, de hacer lo correcto y de dar más al mundo de lo que reciben del mundo.
Es decir, los mediadores pueden entablar amistad con una amplia variedad de personas. Su combinación de rasgos de personalidad intuitivos y con visión de futuro los lleva a diferentes perspectivas, lo que les ayuda a apreciar a amigos cuyas experiencias y visiones del mundo son completamente diferentes a las suyas. De hecho, a los mediadores puede resultarles estimulante conectarse con personas que, en apariencia, tienen poco en común con ellos.
Para los mediadores, la verdadera amistad se basa en valores compartidos, no sólo en experiencias compartidas. Las personas con este tipo de personalidad tienen menos probabilidades de formar amistades sólidas simplemente por conveniencia. Por ejemplo, si bien sus sentimientos por un compañero de trabajo pueden ser fuertes, el simple hecho de trabajar en la misma oficina o tienda no es suficiente para que un mediador garantice una amistad sólida. Tiene que entrar en juego una conexión más profunda.
Amigos de por vida
Cuando un mediador se hace amigo de alguien, es posible que en secreto (o no tan en secreto) quiera permanecer cerca de esa persona de por vida. Estas personas son capaces de construir relaciones sólidas y estables que se caracterizan por un apoyo cálido, una poesía sutil y una profunda percepción emocional. Las amistades duraderas a menudo resaltan aspectos menos obvios del tipo de personalidad del mediador, incluida una fuerte actitud protectora. Muchos mediadores descubren que pueden defender a sus amigos de maneras que son difíciles de manejar por sí mismos.
Aunque los mediadores valoran sus amistades, también necesitan espacio personal y tiempo a solas para recargar energías. En ocasiones, las personas con este tipo de personalidad pueden incluso alejarse de sus amigos más cercanos para reconectarse consigo mismos y recuperar energía, algo que todo introvertido debe hacer. Estas salidas suelen ser temporales, pero es posible que los mediadores deban asegurarse de que sus amigos no se sientan excluidos por su ausencia.
Los mediadores encuentran formas de mejorar sus amistades y compartir sus sentimientos con las personas que les importan. A menudo, esto se materializa en pasar tiempo de calidad con amigos, proponiendo una gran visión para el futuro y compartiendo sus sueños e ideas secretos con personas en las que saben que pueden confiar. Pero incluso cuando los mediadores están completamente solos, siempre tienen en mente a sus amigos.
Padre-hijo
Para el Mediador (INFP), la vida es un camino. Pero incluso cuando encuentran su camino en el mundo, estas personas se sienten llamadas a ayudar a otros en sus viajes hacia el significado, la plenitud y la felicidad. A su manera discreta y no autoritaria, los Mediadores disfrutan guiar a otros a aprender y crecer, y la paternidad es una oportunidad muy gratificante para ellos de hacer precisamente eso.
Desde el principio, el objetivo de los padres mediadores es ser cálidos, afectuosos y abiertos. A las personas con este tipo de personalidad les gusta que sus hijos abran los ojos y sientan curiosidad por el mundo, y quieren darles libertad: la libertad de formarse sus propias opiniones, descubrir sus propios intereses y convertirse en su yo único. Los padres mediadores equilibran estas libertades construyendo una base estable de apoyo y aceptación con la esperanza de que sus hijos nunca olviden cuánto los aman.
Enfrentando el desafío
Puede que a los mediadores les guste cultivar espíritus libres, pero eso no significa que no intervengan en absoluto. Quieren enseñar a los niños valores clave, incluida la importancia de la honestidad, la compasión y el cuidado de los demás. También quieren que sus hijos comprendan el significado de la responsabilidad personal, especialmente cuando se trata de no dañar a los demás.
Como los padres de cualquier tipo de personalidad, los padres mediadores inevitablemente enfrentan desafíos. Se toman en serio sus responsabilidades como padres, por lo que cuando sus hijos se portan mal, ya sea en forma grande o pequeña, puede parecer un fracaso personal. Estas personas pueden sentirse particularmente frustradas cuando ven que sus hijos se comportan de manera que parece desconsiderada o inmoral.
Cuando sus hijos hacen algo mal, los mediadores pueden preguntarse: ¿fracasé como padre? El peligro aquí es que las personas con este tipo de personalidad se concentren tanto en culparse a sí mismas que no logren establecer consecuencias apropiadas para el comportamiento de sus hijos. Puede que la disciplina no sea fácil para los mediadores, pero cuando se equilibra con su naturaleza bondadosa y gentil, puede ser una herramienta poderosa para enseñarles a sus hijos la diferencia entre el bien y el mal.
Equilibrio de estructura y espontaneidad.
Los padres de mediadores naturalmente quieren ser buenos modelos a seguir. Intentan mostrar su mejor lado a sus hijos y ocultar sus problemas, emociones negativas y frustraciones. Esto mantiene un sentido de armonía en la familia y ayuda a que sus hijos se sientan seguros y cuidados. De la misma manera, los mediadores a menudo intentan proteger a sus hijos de los problemas más grandes del mundo. Sin duda, esto es apropiado cuando sus hijos son pequeños, pero en última instancia, los mediadores deben encontrar formas de discutir temas más difíciles con sus hijos.
Otro obstáculo para muchos padres con este tipo de personalidad es establecer reglas y estructuras diarias prácticas para sus hijos. Afortunadamente, los mediadores pueden utilizar su creatividad para imponer límites sin sofocar la curiosidad y el entusiasmo de los niños. Estos padres tienen una gran capacidad para ponerse en el lugar de los demás, lo que les permite crear horarios y reglas que realmente satisfagan las necesidades individuales de sus hijos.
Cuando equilibran la estructura con la espontaneidad, los mediadores pueden ayudar a sus hijos a convertirse en sus seres más amorosos, responsables y felices. Y eso es exactamente lo que buscan estos padres: criar hijos que reconozcan sus dones y talentos únicos y los compartan con el mundo.
Trayectoria profesional
Muchos Mediadores (INFP) anhelan una carrera que no sólo se encargue de las facturas, sino que también les resulte satisfactoria. Quieren pasar cada día haciendo algo que realmente disfruten, preferiblemente sin demasiado estrés o drama.
Como idealistas, los mediadores pueden tener dificultades para encontrar una carrera que satisfaga sus necesidades prácticas y cumpla sus sueños. Estas personas pueden frustrarse, esperar a que llegue el trabajo perfecto y terminar sintiéndose estancadas o preocupadas por no estar a la altura de su potencial.
No existe un trabajo perfecto y la cuestión de si conformarse con puestos que no son los ideales puede afectar gravemente a las personas con este tipo de personalidad. Afortunadamente, la creatividad, la independencia y el deseo genuino de los mediadores de conectarse y ayudar a los demás pueden ayudarlos a brillar y sentirse satisfechos en casi cualquier trabajo.
Un lugar para todos
Ciertas carreras y ocupaciones parecen tener un atractivo especial para estas personas. Con curiosidad y amor por la autoexpresión, muchos mediadores sueñan con convertirse en escritores. Podrían escribir una novela, encontrar un trabajo independiente interesante o incluso encontrarse en el mundo empresarial o comunicándose para una organización sin fines de lucro. Un mediador imaginativo puede dar nueva vida incluso a los materiales de marketing o recaudación de fondos más aburridos.
Si bien este tipo de personalidad no es conocido por buscar el centro de atención, otros Mediadores han encontrado el propósito de su vida en las artes escénicas. Estos mediadores pueden recurrir a lo más profundo de sí mismos para crear interpretaciones exquisitas de la obra del creador. También podrán crear sus propias obras como dramaturgos, compositores o coreógrafos.
No importa lo que hagan, los mediadores quieren sentir que su trabajo ayuda a otros. No sorprende, entonces, que muchas personas con este tipo de personalidad elijan carreras enfocadas en el servicio, como consejería, psicología, enseñanza, atención médica, trabajo social, terapia de masajes o rehabilitación física. Para estas personas atentas y solidarias, no hay nada más significativo que ver que su trabajo ayuda a mejorar la vida de alguien.
Encuentra tu propio camino
Los mediadores son adaptables, pero pueden encontrar que trabajar en un entorno muy estresante, burocrático u ocupado los desmotiva. También pueden sentirse frustrados por un lugar de trabajo altamente selectivo o competitivo. Los lugares de trabajo que premian la independencia tienden a ser excelentes para los mediadores, aunque pueden apreciar cierta estructura y supervisión que les ayude a evitar la dilación y la reflexión.
Es decir, los mediadores no necesitan condiciones ideales para desarrollarse profesionalmente. Estas personas quieren ser coherentes con sus valores en sus carreras y en todos los demás aspectos de sus vidas. Cuando persiguen un sentido de propósito en el trabajo, pueden soportar y superar cualquier desafío.
hábito de trabajo
Los mediadores (INFP) quieren tener un sentido de propósito en su trabajo. No importa dónde se encuentren en la escala laboral, intentan crear una conexión emocional y moral con lo que hacen, buscando la seguridad de que sus esfuerzos diarios están ayudando a otros de alguna forma. Este deseo de servir influye en cómo los mediadores responden a la autoridad en el lugar de trabajo y cómo expresan su autoridad.
Como subordinado
Como empleados, los mediadores tienden a ser leales, optimistas y considerados. Se enorgullecen de ser honestos y de hacer lo correcto sin importar la situación. Las personas con este tipo de personalidad también encuentran satisfacción en complacer a los demás, desde sus jefes hasta sus clientes. Los mediadores se sienten más motivados cuando piensan en formas de ayudar a otros, en lugar de preocuparse por listas o resultados finales.
Esto explica por qué los elogios y los comentarios positivos pueden hacerlos brillar. Las críticas, por otro lado, pueden hacer que estas personas se cierren. Cuando se enfrentan a expectativas punitivas o a un jefe muy negativo, puede resultarles difícil hacer las cosas. Agregue a eso un teléfono que suena constantemente o una bandeja de entrada desbordada, y tendrá una receta para un mediador estresado.
Los empleados mediadores disfrutan de libertad y libertad. Su creatividad y perspicacia les permiten cambiar formas antiguas e ineficaces de hacer las cosas, siempre que se les dé la oportunidad de hablar y marcar la diferencia. Dicho esto, tienden a beneficiarse de plazos y expectativas claras para mantener el rumbo. De lo contrario, las personas con este tipo de personalidad pueden caer en la procrastinación, saltando de una idea a otra en lugar de acomodarse y tachar tareas de sus listas de tareas pendientes.
Como colega
Los mediadores valoran la igualdad y la justicia, por lo que no sorprende que puedan sentirse sofocados por las jerarquías en el lugar de trabajo. Prefieren un entorno profesional donde todos se sientan valorados y animados a compartir sus ideas, independientemente de su puesto. Como colegas, los mediadores hacen todo lo posible para hacer realidad este ideal.
A su manera silenciosa, los mediadores pueden ser el pegamento que mantiene unido el lugar de trabajo. Si bien es posible que no tengan la voz más alta, sus ideas a menudo son admiradas y los colegas suelen recurrir a ellos en busca de consejo. A los mediadores encantadores y de buen corazón no les gustan los conflictos, el drama o la política en el lugar de trabajo. En cambio, intentan comportarse de manera que promuevan la armonía y la cooperación. Cuando alguien necesita ayuda, los mediadores suelen intervenir sin elogios ni reconocimiento.
Como jefe
Como gerentes, los mediadores son uno de los tipos de personalidad con menos probabilidades de actuar como si estuvieran a cargo. Respetan a sus empleados como seres humanos maduros, no sólo como trabajadores. En lugar de tomar todas las decisiones por sí mismos, los mediadores suelen pedir que se escuchen las ideas y opiniones de los empleados.
En general, las personas con este tipo de personalidad no microgestionan. En cambio, miran el panorama general. Creen que es su responsabilidad apoyar a sus empleados en lugar de decirles exactamente qué hacer y cómo hacerlo. Siempre que es posible, alientan a quienes trabajan para ellos a desarrollar sus propias ideas y utilizar su mejor criterio.
Este estilo de gestión tiene un inconveniente. A veces los mediadores pueden tener dificultades para establecer límites, investigar ineficiencias u ofrecer críticas, incluso cuando sea necesario. Esto puede ralentizar a sus equipos y generar un estrés innecesario para los moderadores y su personal. En ocasiones, los jefes con este tipo de personalidad pueden necesitar ser exigentes por el bien de su equipo y del lugar de trabajo en su conjunto.
Ocupación preferida
Campos de trabajo preferidos: creativo, artístico, educación, consultoría, investigación, religión, atención médica, tecnología y otros campos.
Ocupaciones típicas preferidas: trabajadores de recursos humanos, trabajadores de ciencias sociales, consultores de formación de equipos, planificadores de carrera, editores, directores de arte, arquitectos, diseñadores de moda, periodistas, directores de arte, intérpretes y traductores, gente de la industria del entretenimiento, personas de mediación legal, masajistas, consejeros, psicólogos, consultores.
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