¿Qué es el trastorno de pánico? ¿Cómo autocomprobar?
El trastorno de pánico es un trastorno psicológico común caracterizado por la aparición repentina de miedo y malestar intensos, acompañado de una variedad de síntomas físicos y psicológicos, como palpitaciones, opresión en el pecho, dificultad para respirar, mareos, náuseas y pérdida de la realidad. Los ataques de pánico suelen durar desde unos pocos minutos hasta media hora, y la frecuencia y el tiempo de los ataques no están fijos. Algunas personas tienen ataques durante el día y la noche, y otras solo tienen ataques por la noche. ’trastorno de pánico nocturno’. Los ataques de pánico pueden causar a los pacientes gran dolor y angustia, e incluso pueden afectar la vida diaria y el trabajo, haciendo que los pacientes teman sufrir un ataque en público o en un espacio confinado, o perder el control o morir.
Si desea saber si tiene un trastorno de pánico, puede consultar el siguiente ‘Proyecto de autodetección del trastorno de pánico’, que se basa en las manifestaciones fisiológicas de la activación excesiva del sistema nervioso autónomo, porque la aparición del trastorno de pánico está estrechamente relacionada. relacionados con trastornos del sistema nervioso autónomo. Si cumples con las siguientes condiciones, puedes tener trastorno de pánico y es recomendable que busques ayuda profesional lo antes posible:
[Necesita cumplir ambos requisitos]
- Tienes al menos 4 o más ataques de pánico en circunstancias inesperadas, es decir, sientes miedo y malestar intensos.
- Cada vez que tiene un ataque, tiene al menos 4 o más de los síntomas de la siguiente tabla y alcanzan su punto máximo en 10 minutos.
Programa de autoevaluación del trastorno de pánico
- Palpitaciones, taquicardia.
- Escalofríos o temblores
- sudando, sudando
- Dificultad para respirar, sensación de falta de aire o sensación de asfixia.
- Sensación de congestión en la garganta.
- Dolor u opresión en el pecho
- Mareos, desmayos, somnolencia o marcha inestable.
- Náuseas, regurgitaciones, malestar abdominal.
-Parestesia (entumecimiento u hormigueo) - Escalofríos o sofocos
- Pérdida de la realidad (sensación de que las cosas son irreales) o pérdida del sentido de uno mismo (sentirse alienado de uno mismo)
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
Causas y tratamientos del trastorno de pánico
La causa del trastorno de pánico no está clara, pero puede estar relacionada con factores como la genética, el medio ambiente, el estrés vital y el trabajo y el descanso anormales. Cuando el sistema nervioso autónomo está desequilibrado, el mecanismo de equilibrio del cuerpo se altera, lo que provoca disfunción cardiopulmonar, obstrucción de la circulación sanguínea y el intercambio de gases, lo que desencadena síntomas de trastorno de pánico. Un ataque de trastorno de pánico dejará una profunda impresión en la mente del paciente y formará un reflejo condicionado, lo que provocará que el paciente tenga otro ataque al encontrarse con situaciones o estímulos similares.
Existen dos tratamientos principales para el trastorno de pánico: medicación y psicoterapia. Los tratamientos con medicamentos incluyen ansiolíticos y antidepresivos, que pueden aliviar los síntomas del trastorno de pánico pero no pueden curarlo y pueden provocar efectos secundarios y dependencia. El tratamiento psicológico utiliza principalmente la terapia cognitivo-conductual, que puede ayudar a los pacientes a cambiar sus ideas erróneas y emociones negativas sobre el trastorno de pánico, aprender habilidades de relajación y afrontamiento y reducir gradualmente la aparición y el impacto del trastorno de pánico.
Prevención y autocuidado del trastorno de pánico
El trastorno de pánico es un trastorno psicológico que se puede prevenir y controlar. Si eres propenso al trastorno de pánico o te lo han diagnosticado, puedes tomar las siguientes medidas para proteger tu salud mental:
- Mantener un horario regular y evitar trasnochar y realizar esfuerzos excesivos.
- Insista en hacer ejercicio moderado, como nadar, trotar, caminar, etc. El ejercicio puede promover la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno, al mismo tiempo que libera el estrés y mejora el estado de ánimo.
- Mantener buenos hábitos alimentarios, evitar el exceso de cafeína, alcohol, nicotina y otras sustancias estimulantes, y consumir más alimentos ricos en vitamina B y magnesio, como cereales integrales, frutos secos y verduras de hojas verdes. Estas sustancias pueden ayudar a que el sistema nervioso sea estable y funcional. .
- Aprenda métodos de relajación y meditación, como la respiración profunda, la relajación muscular y la atención plena, que pueden ayudarle a calmarse, regular el equilibrio de su sistema nervioso autónomo y reducir los ataques de pánico.
- Busque apoyo social y ayuda profesional, no se aísle, comuníquese más con familiares, amigos y médicos, comparta sus sentimientos y dificultades, y busque su comprensión y apoyo. Al mismo tiempo, también debe seguir las instrucciones del médico, tomar medicamentos. y recibir el tratamiento a tiempo, y no suspender el medicamento a voluntad ni cambiar la dosis.
El trastorno de pánico no es una enfermedad incurable. Siempre que tenga suficiente coraje y confianza, junto con el tratamiento y los cuidados personales adecuados, podrá deshacerse del trastorno de pánico y recuperar una vida feliz y segura.
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